Vino y Vespas

domingo, 10 de junio de 2007

Mi vespa


Ahí van unas palabras que ví por internet (no son mías)

Cuando te sientas en una vespa, el mundo te sonrie. De pronto, toda la mala leche acumulado en horas de estudio o de trabajo desaparecen. Sus vibraciones y su característico sonido (tum tum tum...) embriaga todo tu ser, y te sientes único. Al colocar la primera, en el puño izquierdo y escuchar el tock metálico, tus sentidos empiezan a prepararse para la fiesta. La vespa te hace sentir cómodo, y montes en la que montes, todas la vespas te hancen sentir importante, eres distinto al resto de la jungla urbana motorizada, tienes estilo, tienes suerte.Cuando sales del semáforo y empiezas a meter marchas, el viento ya es tu cómplice, y te ayuda a catapultarte a unos 95 kilómetros por hora.El cosquilleo que sientes por tu cuerpo hace que nunca quieras bajarte, pero eso si, cuando esa desgracia ocurre y la dejas en la calle, siempre tienes que volver la vista hacia ella. Su faro redondo siempre te sonrie, te juro que te sonrie...Pocos productos producen tantas sensaciones y sobetodo, por tan poco. Gasta poco, casi no tiene mantenimiento, al comprarla es barata (comparada con otros scooter de su cilindrada)y la duración de sus piezas es increible...Solo puedo decir que, si tienes una vespa, nunca te arrepentirás. Bienvenido a tu nueva vida, bienvenido al mundo vespa.

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